Solos deambulamos por la niebla,
panteones se distinguen tras la verja.
En tu boca solo un humo que se venga
dando paso a preguntas sin respuesta.
Declinamos sin saber en lenguas perecederas
y nos reimos de un futuro sobre piedras que están muertas.
Bailo sobre un yunque de otro tiempo.
Noto sobre mi cabeza un peso.
Somos dos ancentros de un imperio
que acabamos con el peso de la historia por el suelo.